Pingüino Emperador



Este sábado escuchaba una conferencia de mi maestro favorito, Adamus. Para comenzar compartieron una parodia muy divertida del comediante Bob Newhart sobre una consulta a un Psiquiatra, llamado  iStopt it! En español: Páralo. Es interesante, porque muchas personas que no sufren de problemas como ansiedad, depresión, fobias u otros, no logran comprender cómo alguien puede quedarse atrapado en conductas, emociones o relaciones que le hacen daño. Con buena intención hacen como el comediante y le dicen ¡Páralo!. Es sorprendente cómo podemos quedarnos atrapados en hábitos o pensamientos que nos hacen daño:  en miedos que nos limitan, en relaciones que nos hieren, en trabajos que nos aburren; en fin, en tantos juegos o dramas que no nos permiten extender las alas de nuestro potencial para Ser plenamente.


Sí, es posible tomar conciencia y parar el juego que nos atrapa; sin embargo, usualmente no es tan fácil… y los que pueden hacerlo realmente ya han atravesado muchas tormentas o desiertos interiores. Tal vez, el punto importante para mí -personalmente y como Psiquiatra- es cuando llegamos a esa encrucijada de ¡Stop it! En mi vida personal ha ocurrido, he estado en momentos en los que he elegido -o me muero o vivo de verdad-. En la consulta también hay momentos en los que siento que ya hemos analizado en suficiente profundidad y le digo a un paciente: “Ya sabes lo que necesitas comprender…  ¿Qué eliges hacer ahora?”


Ciertamente, Adamus y la parodia de Newhart tienen un punto importante que comunicar. Hay un momento en la consulta en que me provoca decir: “Ok, hasta cuándo vamos a revisar que tu papá te amenazó con un metafórico pistolón para castrarte, que tu mami te montó cachos con tu papi o tu hermanito, que no te escucharon o abrazaron lo suficiente, que tu abuelita se murió y tienes miedo de que te metan en una caja como a ella…” los cuentos que nos contamos son infinitas variaciones de pocos temas de miedo.


Cuando era pequeña por diversas razones físicas me sentía como el patito feo y además me llamaban pingüina por mi elegante manera de cojear. Sin duda afectó mi autoestima, mi seguridad y me llenó de limitaciones imaginarias que me impidieron aprender a bailar o incluso hizo que aceptara situaciones nada amorosas en mis relaciones pasadas. El famoso “bullying” o “chalequeo” en nuestro lenguaje cotidiano, me acorraló como el invierno de la Antártida para recordarme mi esencia. Pero luego de terapias, meditaciones, vivencias y aprendizajes… me dije “¿voy a seguir jugando al Patito Feo culpando a viejos cuentos de mi pasado?” Es allí, donde el PÁRALO o Stop it, tienen su lugar. Yo tampoco pierdo mi tiempo ni el de un paciente o el de un amigo, relamiendo viejas heridas; porque se ha hecho una adicción al juego de víctima o para justificar con cuentos vividos su elección de no hacerse responsable de su presente.


Hoy en día, hago muchas cosas que teóricamente no debería hacer, como tener un perro mas fuerte que Hulk, mover cosas en mi apto o ir a una clase de zumba. Mi hija y mi sobrina me tratan siempre de disuadir con la muy buena intención de ayudarme. Incluso mi hija me amenaza a veces “si te duele algo mañana no vengas a quejarte”. No me quejo, pero tampoco me limito. Si quiero bailar zumba lo hago… mis huesos tendrán que seguirme el paso. Si quiero transformar mi habitación moviendo cada mueble, lo hago. Si deseo pasear a mi gigante gris que me llena de amor, lo hago. La realidad es que mi vida, mi biología, mi abundancia, mis relaciones… van a ir acoplándose a la que soy en verdad y no al juego de limitaciones en el que podría haberme atrapado.


Aún los científicos no están claros sobre los caminos que siguen los pingüinos emperadores una vez que regresan al gélido océano. Mis inviernos me han fortalecido, me han permitido ver paisajes indescriptibles; tal vez, aún se nota algo de mi caminar pingüinesco, pero es que soy en verdad una Pingüina Emperador, dueña de la libertad de navegar los más profundos azules… mis limitaciones pasadas no son mi excusa, sino mi estandarte para Ser y ser en libertad.


Tibaire Cristina González 

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Estàs cultivando la sensualidad de tu relaciòn?

La maravilla de ser mujer

Mamuchi