La Brújula de Oro


Mi amada hija, alcanzas tu mayoría de edad llenándome de alegría al ver la hermosa mujer en la que te has convertido. Serena, reservada, cautelosa y analítica como tu padre; pero también parecida a mi madre, femenina, coqueta y siempre conectada con el disfrute de la vida. Como cualquier mamá me debato en la dualidad de seguir protegiéndote y al mismo tiempo impulsarte hacia tu autonomía. Cada día que pasa me vuelvo mas respetuosa de tu espacio y tus decisiones, por lo que ahora, antes de ofrecerte un consejo, considero que es obligada cortesía preguntarte si lo permites. Quisiera poder seguir acompañándote en cada giro de tu viaje, pero comprendo que es necesario que te atrevas a navegar tu barca, probar tus velas y enfrentar tus propias tormentas. Por eso hoy quiero obsequiarte simplemente una brújula muy especial para tu aventura personal.

En Medicina hablamos del “estándar de oro”, que sería el examen de referencia considerado como la mejor alternativa diagnóstica para estudiar una determinada enfermedad. Para los caminos por explorar en tu futuro te entrego una brújula de oro, que te sirva de referencia para encontrar el camino hacia ti misma. Desde las pequeñas conductas cotidianas hasta decisiones complejas en la noche más confusa del alma; consulta tu brújula y hazte una simple pregunta: ¿Es esto amoroso conmigo misma? Que ese sea tu standard de oro. Verás que esa pregunta te llevará a insospechados niveles de profundidad en cada encrucijada de tu vida.

Sea un trabajo, una relación, una conducta, un hábito… pregúntate si esa dirección es amorosa contigo o no. Te darás cuenta de que cuando persigues un sueño que te llena de pasión, no es amoroso abandonarlo, aunque estés cansada o enfrentes tropiezos y así te enseñará la persistencia adecuada. Si estás en un trabajo que se traga como la nada oscura tu pasión y tu fantasía, la brújula señalará que te estás alejando de ese norte que es el amor hacia tu ser. Si te ves atrapada en una relación insatisfactoria, sin crecimiento personal compartido o sin respeto… pregúntate si es amoroso contigo persistir en ese curso.

A medida que ganes experiencia en el arte de vivir te darás cuenta de que esa simple pregunta, inevitablemente, te va acercando a lo que es esencial en ti; te conducirá a conocerte y amarte, lo que te hará resplandecer con serenidad, sabiduría y plenitud. No te hará egoísta, porque sólo el que aprende a amarse se convierte en una fuente radiante de amor, de alegría de vivir y de constante curiosidad con toda experiencia que se despliega para ser explorada.

Hija amada, me llena de satisfacción y ha sido un gran privilegio acompañarte hasta verte convertida en una joven navegante, dueña de tu propio viaje en el maravilloso azul de la vida. Siempre estaré en mis puertos cambiantes para recibirte, abrazarte y escuchar tus historias.



Tibaire Cristina Gonzalez

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