¿Què no repetirìas en una nueva relaciòn?

Al hacer esta pregunta entre amigos recibí una variedad de respuestas, algunas muy profundas otras más ácidas, como “¡Yo no repetiría la esposa!”. Es importante revisar lo que no nos funcionó para llevar ese aprendizaje a una nueva relación. Siento que lo primero que deberíamos hacer es un cierre con el pasado. Podemos mantener una comunicación armónica y respetuosa con el “ex”, especialmente si hay hijos de por medio; pero lo que no es positivo  mantener son los hilos que nos enganchan al pasado con dependencias afectivas, económicas o con la esperanza de que el que eligió otro camino se devuelva arrepentido. La autonomía es un requisito para poder establecer relaciones sanas. Lo otro que debemos dejar atrás son los resentimientos y heridas, si las hubo. Un problema frecuente es blandir contra la pareja nueva las heridas viejas: porque me engañaron en el pasado justifico los celos del presente; porque me sentí abusada/o me permito mantener actitudes agresivas o faltas de cortesía; porque se acabó una relación, ahora arrastro mis temores de que esta termine, y así, la lista en el baúl de los reconcomios, puede ser infinita. Lo pasado fue una experiencia que, consciente o inconscientemente, elegiste vivir y que ha nutrido tu caudal de vivencias con mayor autoconocimiento.  Cierra el pasado honrando lo vivido como un capítulo que por alguna razón necesitabas escribir y mira hacia adelante para plantearte qué líneas deseas escribir ahora.

Una sugerencia interesante sobre lo que se quiere evitar en una nueva relación es no acostumbrarse a la insatisfacción. Es frecuente ver personas atrapadas en una crónica insatisfacción en diversos aspectos de la relación: el afectivo, sexual, económico, social o el desarrollo personal. Se acepta ese malestar, se justifica o racionaliza por temor a plantearlo y éste va carcomiendo lentamente la relación hasta que se hace imposible sostenerla. Es preferible expresar respetuosa, firmemente y sin caer en el juego de las mutuas acusaciones, lo que se está sintiendo, para poder buscar opciones que mejoren  la relación. Sé que muchos argumentarán que lo han intentado pero, ¿qué se puede hacer si el otro ignora el llamado a mejorar algún aspecto o a negociar para alcanzar una mutua satisfacción?, pues sencillamente si la otra persona ignora un problema éste seguirá creciendo como un cáncer sin quimioterapia, ésa es la elección que se toma cuando no se presta atención a los planteamientos de la pareja. Si no hay acuerdos o espacios comunes para disfrutar, compartir y favorecer la expansión personal… se va muriendo el amor. Tal vez suene triste o poco optimista pero no se puede obligar a un adulto a que vea lo que no desea o no puede ver. Esto nos lleva a otro punto relacionado que no se debe repetir: es válido negociar y hacer ajustes en la relación, pero siempre reconociendo la individualidad y personalidad de la pareja; no debemos contar con “cambiar” a la pareja para que se ajuste al proyecto que tenemos en mente para mejorarlo. Siempre tenemos tres posibilidades: aceptar los aspectos que no nos agradan, invitar al otro a hacer un ajuste para mejorar algún aspecto o seguir nuestro camino sin esa persona. Puede sonar triste la última posibilidad, pero es más triste quedarse en una relación crónicamente insatisfactoria o tóxica por temor a afrontar la decisión.

Imposible resumir en dos párrafos la variedad de errores que cometemos en nuestras relaciones y que nos gustaría evitar. Pudiera mencionar cualquiera de los muchos “juegos del control” con los que tratamos de sujetar a la persona amada para evitar una posible separación: los celos, el eterno juicio, la dependencia, el parasitismo, los siameses, limitar el desarrollo personal del otro, la devaluación de la pareja, el cuaimodrama, la posesión, restringir las relaciones sociales o familiares de la pareja y, por supuesto, las innecesarias discusiones. Todos estos juegos van lesionando la relación y a la larga, en lugar de evitar el abandono, lo inducen. Entonces, vale la pena que te preguntes, ¿qué es lo que mejorarías en tu relación actual?, o ¿Qué no repetirías en una nueva relación?

Dra. Tibaire Gonzàlez