Día de la Madre


Mañana es el día de la madre, pero desde hoy estoy celebrando y celebrándome por esta maravillosa experiencia. Bromeaba con mi hija diciéndole lo divertido que ha sido ser su mamá, ya que somos tan diferentes que a veces me siento como la madre de Dumbo, el único bebé elefante volador… y me tocó a mí. Al mismo tiempo pensaba que al final, mi hija me recordaría como una mamá muy divertida, amorosa, comprensiva… y también tan extraña como Dumbo.


Hoy no quiero escribir sobre madres maravillosas, perfectas, abnegadas y con las cejas en triangulo de eterna preocupación por sus hijos. Hoy quisiera celebrar a las mamás comunes que como mi mami y tantas otras, hacemos lo mejor posible con lo que recibimos y pudimos ir armando sobre el camino de nuestras vidas, para acompañar a nuestros hijos, preparándolos para sus propias aventuras.

Hoy quiero celebrar lo maravillosa que ha sido mi aventura con mi propia madre. Ella, con sus crisis existenciales tratando de recuperar un sentido de autorrealización individual, en un tiempo que sólo le imponía ser esposa y madre… y le tocó una hija extraña, nerd, en búsqueda espiritual y con su etapa de adolescente o un término mas exacto sería “aborrescente”. Aún así, compartimos cada paso del camino, me acompañó, la acompañé y nos ayudamos a dibujarnos una a la otra en la eterna feminidad que da paso al renacimiento, a la vida y a lo nuevo. Mi mami, mi hermana, mi cuñada y yo, como tantas mujeres, ejercemos esa antigua magia con la que podemos calmar y contener todos los miedos humanos, abrazando, luchando junto a los que amamos o canturreando una canción de cuna.
Hoy celebro a la madre en todo lo que nace y crece, a lo femenino que te contiene en tus miedos, a ese aspecto amoroso de ti mismo que te abraza y te dice que todo está bien, que te ama incondicionalmente y que no renuncies a tus sueños.

Hoy celebro a mi hija, sin conflictos heredados entre masculino y femenino, celebro a mi madre enamorada de la vida, me celebro por ser una madre con un amor incondicional y divertida. Estoy segura de que, en algún lugar sin tiempo, ni espacio, todas nos sentaremos a compartir historias y a reírnos de nuestras anécdotas, simplemente disfrutando de la gran aventura vivida.
Hoy te invito a celebrarte, como madre de hijos, de sueños, de aventuras… o de ti misma. Te invito a no quedarte atrapada en culpas, dudas o temores, sino a celebrar la maravillosa valentía que implica amar y multiplicar la vida.

Tibaire Cristina Gonzalez


Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Estàs cultivando la sensualidad de tu relaciòn?

La maravilla de ser mujer

Mamuchi