Tristeza
Hoy me permito mi tristeza, me sumerjo relajada en la sensualidad de la lluvia
y el viento gris. Sin lucha, sin drama mental, pacientemente respiro mi
presencia y siento las gotas de ardiente luz que besan mi rostro. No podemos
empujar un río, no podemos acelerar las estaciones ni negar los días de lluvia.
Hoy elijo el gozo de vivir a plenitud cada instante con plena
conciencia, disfrutando de la sensualidad de la experiencia humana, pero sabiéndome
además en la verticalidad que reconoce este juego de dualidades.
La vida es constante fluir, cambio y transformación; el gozo está mas
allá de la dualidad de la alegría o la tristeza, se refiere a comprender esa
realidad mutable aceptando cada experiencia y encuentro sin el apego a su
permanencia. El desapego es permitirte vivir apasionadamente, sensualmente,
pero aceptando que cada día muere para dejar paso a otro amanecer.
Hoy me permito la tristeza de soltar al océano las cenizas de lo que
muere, honrando lo vivido y destilando para mi alma su esencia; mientras mi
mirada se hunde en el horizonte sabiendo que el viaje continúa. Sueño nuevos
parajes y encuentros por explorar, me sueño plenamente despierta y
apasionadamente humana. Nuevamente despliego mis velas al viento,
reconociéndome en todo lo que yo Soy.
Tibaire Cristina G. L.
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