El Virus Come Melodrama
Gracias a las redes sociales veo miles de imágenes en WhatsApp,
Facebook o Instagram con consejos personales o citas de personas muy sabias para
llevar una vida feliz… sin embargo, ¿Por qué nos resulta tan difícil salirnos
de los dramas? Todos hemos oído hablar sobre elegir y crear nuestra vida, vivir
en el presente, la Ley de Atracción, el poder del pensamiento creativo, enfocarse
lo positivo de cada situación, tomar el aprendizaje de cada experiencia, etc. Para
mí es una realidad cotidiana ver personas atrapadas “haciéndose la vida de
cuadritos”. Muchos sinceramente quieren abrirse sin miedo a explorar qué los
tiene atrapados en la tristeza, en la ansiedad, en relaciones tóxicas o con
aspectos heridos demandando atención; que no les permiten expresar potenciales
mas creativos, llenos de pasión y gozo en sus vidas. Otras veces hay un
aparente pedido de sanar, pero realmente sólo quieren seguir atrapados en su
mismo guión, sólo que tal vez haciendo un poquito mas confortable su prisión. El
Psicoanálisis lo llamaría la compulsión a la repetición o la resistencia al
tratamiento, mi querido Adamus lo describe como un virus. Me resulta mas
sencilla su forma de explicarlo, cuando dice que en alguna parte de nuestra
consciencia anida un virus, una especie de programa automático que te hace adicto
al drama; simplemente porque eso te da una falsa sensación de estar vivo. Ese
virus come melodramas formará parte de tu vida si así lo permites. Te hace
creer que necesitas robar energía de atención de ti mismo y de los demás desde
el drama. Te hace creer que estás vivo entre llantos, angustias, miedos, rabia
y discusiones. Te monta en una montaña rusa de adrenalina y emociones vacías, para
distraerte de lo verdaderamente importante… tu libertad y tu maestría en el
arte de vivir a plenitud.
En particular la culpa o el remordimiento son una de las
formas más comunes con las que ese virus se disfraza, porque pareciera algo loable
y digno de admirar. Ambos sentimientos te atrapan en una frecuencia gris y depresiva;
absolutamente inútiles si no te sales de ellos para reparar si se puede o tomar
el aprendizaje para hacerlo mejor la próxima vez. La culpa es tal vez la
herramienta más efectiva que existe para manipular y ser manipulado. Hay personas que se acercan a ti y pareciera
que conectaran sus mangueras de víctima, para chuparte tu energía vital. Lo que hacen es enchufarse directamente
con ese programa come melodrama, especialmente con la culpa. Se acercan a
contarte sus problemas, pero sin ningún interés real en la ayuda concreta o los
potenciales que pudieras ofrecerles para hacer algún cambio favorable en sus
vidas. Realmente no les interesa resolver nada, sólo dar vueltas en círculos
sobre su “tragedia” diciéndote por qué ninguna de tus sugerencias podrían funcionar con ellos y auto justificándose
en su “mala suerte” o haciéndote sentir culpable por tus logros, que no
reconocen como producto de tu trabajo personal, sino de tu "buena
suerte". Puedes sentirte frustrado,
cansado e impotente para ayudar después de que se van; pero es que su deseo era
simplemente chupar atención hacia la víctima, a su drama, en su pequeña forma
de robar energía. No quiero decir que no prestes atención a una persona que te
pide apoyo, escucha o un consejo. Lo único que trato es de alertarte sobre
personas que se te guindan con sus dramas, pero sin ningún interés de hacer
algún cambio en sus vidas y menos de tomar responsabilidad por lo que están
creando para sí mismos con sus actos, emociones y pensamientos. Mas importante
aún, trato de alertarte sobre esa parte de ti mismo que funciona como un virus
mental, que se te guinda invitándote a mantenerte gris, en la melancolía, la
desvalorización y el remordimiento; sin permitirte crecer y hacerte responsable
de crear una vida plena, llena de gozo y pasión.
La culpa es un sentimiento útil y sano sólo cuando la
siento como una especie de campanilla que me invita a reflexionar sobre una
conducta o una situación. Si en la revisión me doy cuenta de que he hecho algo
que considero que no estuvo bien, debo
buscar la forma de reparar activamente. Puede ser simplemente ofrecer una
genuina disculpa por algo que hice o dejé de hacer. Un genuino pedir perdón por
una falta no es un gesto de debilidad, ni una herida al orgullo personal, es un
gesto de madurez de un adulto reconociendo algo en lo que equivocó. Puede ser
necesaria una reparación en hechos: hacer lo que dejé de hacer o corregir lo
que hice mal. El otro aspecto de la culpa es cuando somos nosotros mismos los
que nos atrapamos culpándonos por lo que hice o dejé de hacer y por lo que debería haber
logrado. La única forma de salirse de ese juego perverso que nos enferma, nos
deprime y nos atrapa en situaciones o relaciones tóxicas, es el amor con uno
mismo. Es un me amo y me acepto incondicionalmente. Honro cada acierto y cada
error que me ha traído a este punto en mi camino de SER y continúo mi camino de
crecimiento.
Consejos prácticos
para lidiar con el Virus Come Melodrama
1.
Obsérvalo… y no lo
alimentes con mas drama mental.
2.
Si sientes culpa: revisa
si es manipulación de otros, una falta real o eres tú maltratándote con “hubieras”
y “deberías” inútiles.
3.
Si el reclamo es
válido, sal de la culpa y pasa a la acción de reparar de algún modo.
4.
Honra el drama de
otro, pero no tienes por qué entrar en su película; mejor, amablemente
pregúntale qué piensa hacer al respecto.
5.
Si te pillas jugando a
la víctima contigo mismo o ante otros, asume responsabilidad por tu vida, salte
del papel de víctima, elige qué quieres hacer y pasa a la acción.
Tibaire González
excelente dicernimiento
ResponderEliminarBuenas tardes quisiera hacer una cita el teléfono q sale allí está desconectado soy de valencia quisiera saber como podría contactarla
ResponderEliminarMuchas gracias
Buenas tardes quisiera hacer una cita el teléfono q sale allí está desconectado soy de valencia quisiera saber como podría contactarla
ResponderEliminarMuchas gracias