¿Estás enamorado de ti?
Un título que te
invita a pensar… ¿Yo me amo? Y si lo hiciera, ¿Eso sería egoísta? Y mejor
aún... ¿Cómo es eso de estar enamorado de mi mismo?
Nos angustiamos mucho con
el asunto de si la pareja nos ama, cuánto durará el amor, que pasaría si dejara
de amarnos y esa angustia carga nuestras relaciones de melodrama. En lugar de
disfrutar de la experiencia, nos preocupamos por su duración, por asegurarnos
de la fidelidad y profundidad de los sentimientos del otro y eso nos lleva a
tratar de “proteger” el vínculo con un montón de juegos de control que terminan
asfixiando el amor: discusiones, celos, inseguridad, restricciones, juicios
imaginarios, limitar la expansión de la pareja, dependencia, etc. Todo eso por
el temor a un posible final; pero rara vez nos ocupamos de lo primordial…
cultivar la relación con nosotros mismos. Eso nos daría la tranquilidad y la
seguridad para disfrutar de una relación, posiblemente mas sana y duradera por
la ausencia de esos juegos tóxicos que terminan matando el amor.
La gran pregunta es si
sabes amarte y ¿qué significa eso? Es fácil amar al resto de la humanidad, son
una abstracta multitud sin rostro, pero amarte a ti mismo es un reto mayor.
Solo revisa los adjetivos que empleas hacia ti mismo cuando te ves al espejo,
cuando algo no sale bien o en el mas exigente de los casos cuando una relación
se acaba. La autoestima se hunde en el subsuelo como si la propia valoración y
la plenitud dependieran de una fuente externa. ¿Alguna vez has tomado nota de
lo que dices de ti mismo/a o de lo que sientes que mereces? El amor se tiene
que expresar en palabras y conductas… y yo te pregunto: ¿te das amor a ti
mismo? ¿Te lo dices en palabras? ¿Te lo expresas con conductas?
Amarme a mi mismo implica una disciplina que me obliga
a conocerme, aceptarme e integrar mis aspectos claros y oscuros, es decir
amarme en mis aciertos y errores, en cada experiencia que me brindo. Es aprender a no ser siempre complaciente
para asegurarme la aceptación de los otros… y eso no es fácil. Implica cuando
es necesario, poder decir un firme NO, para ser honesto e íntegro contigo
mismo. No quiero seguir jugando a este juego, no quiero ceder todos mis
espacios, no quiero seguir siendo lo que otros esperan. Es el NO amoroso, que
ha reflexionado sobre lo que siento y quiero en mi vida. Es el no que puede
poner límites cuando irrespetan mis derechos, cuando me quieren controlar,
desvalorizar o limitar mi expansión personal. Es el no quiero continuar en una
experiencia de pareja por miedo o falta de amor y confianza en mi mismo/a, si
ya está agotado el amor o no hemos logrado construir una relación sana,
crecedora y respetuosa.
El amor hacia mi no es
egoísta, porque si yo cultivo el arte del autoamor lo peor que puede pasar es
que el otro disfrute de un compañero feliz que irradia plenitud y que está
apasionado por la vida. Si he aprendido a amarme es mas probable que mi actitud
hacia los demás sea respetuosa, amorosa y compasiva. Cuando me amo no permito
que el que está a mi lado me maltrate y se convierte en una firme invitación a
funcionar mejor o evita que se prolongue una relación tóxica. Recuerda siempre la pareja junto a mí no es mas que un
reflejo del amor que siento por mí mismo.
Por encima de todo el
amor hacia mi mismo/a es una actitud expansiva, eso quiere decir que ese foco
radiante de amor dentro de mí impulsa el desarrollo de mis potenciales, me
llena de profunda curiosidad por el que soy y qué quiero explorar de mí en esta
experiencia de vida. La creatividad es la vía regia para conocerme y descubrir
el maravilloso mundo que anida dentro de mí, esperando ser redescubierto.
Explórate pintando, escribiendo, cantando, bailando o tocando algún
instrumento. No se trata de “talento” se trata de ti. Y si una relación se
termina, no quedarás sumido en la angustia y la tristeza, porque el otro puede dejar de estar… pero tú
siempre estarás para ti.
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